La película que le quitó la virginidad a mi tía
En el verano de 1992 mi tía Catherine cayó en la trampa de ir al cine con su novio a ver la película de suspenso más inquietante, erótica y pervertida de su época.
La provocadora película que está llena de sorpresas se mantuvo en Neflix durante la epoca mas dificil de la pandemia.
En mi primer viaje a New York compré el CD para ver que motivó a mi tía a desacatarse aquella noche y cuando me puse a verla descubrí un guion escrito de manera excelente y extraordinarios actores que me dejaron con la boca abierta.
La película con tanto suspenso me pareció una obra del inmortal director Alfred Hitchock
Cuando vi Bajos Instintos entendí a mi mi tía, quien en plena sala de cine se había dejado llevar por sus mas oscuros y placenteros instintos.
La densa atmosfera de perversión sedujo de tal manera a mi tía que se olvidó que el cine era un lugar público y su largo vestido de chica cristiana quedó a la altura de su cuello.
Esa noche la señora que limpia el cine encontró la ropa interior de mi tía debajo de un asiento en la antepenúltima fila.
Mi tía Catherine recuerda ese momento como el más lujurioso y emocionante de su vida, sin embargo al mismo tiempo lo recuerda con tristeza, porque ese día dejó la iglesia por seguir sus más bajos instintos.