El peligro del coronavirus inicia hoy
A principio de la cuarentena en casa de la familia Polonia, solo salía una persona de compra, que era Rosalinda, ya que su esposo de 45 años era hipertenso, con un solo riñón y de diminuta potencia en su desempeño como hombre
Sus dos hijas de 9 y 11 años no salían de la habitación viendo TV
Cuando la mujer de 32 años llegaba del supermercado botaba la mascarilla en un zafacón a la entrada de la vivienda, se quitaba los zapatos antes de entrar y marchaba directo a la lavadora para quitarse la ropa, luego caminaba completamente desnuda hacia la ducha.
Después de ducharse se ponía nuevos guantes y con aplicador de alcohol desinfectaba todos los alimentos que compraba en el supermercado y botaba la funda.
A Rosalinda le partía el alma no visitar a su madre que vivía a solo dos cuadras, pero el sacrificio vale la pena.
Después de terminar marzo y abril ella veía más personas en la calle. Su madre se le apareció el primero de mayo con todas las medidas de protección de quitarse los zapatos, rociarse con alcohol y cambiarse la mascarilla.
Desde esa día su madre visita todos las mañanas su casa a ver los nietos, ya no se quita los zapatos e incluso llega del mercado y otros lugares al hogar de Rosalinda sin ninguna precaución .
En todos los barrios la gente perdió el miedo al virus, ya la mayoría no cumplen cuarentena y las personas ven al COVID19 como una enfermedad que le da a otra gente.
Las filas son cada día más grandes, el PRM hizo un mitin con el peregrino en Puerto Plata y no pasó nada.
Abinader pide que dejen de contar muertos y como no tengo el virus, ni mi familia tampoco, no me voy a volver loco dentro de mi casa.
El pueblo esta aburrido, los empresarios piden que abran los negocios, que como quiera la gente está en la calle.
En Estados Unidos, España e Italia que hay más muertos que gente, ya están abriendo los negocios.
En los barrios perdieron el miedo y é pa la calle que van.
El esposo de Rosalinda tiene una semana saliendo todos los días a caminar con su mascarilla y cuando se encuentra con cualquier conocido se la baja para hablar.
Ayer Rosalinda decidió seguir a su marido y lo vio hablando con una joven cara de loco, estaban tan cerca que sí él se mueve un poco hacia adelante chocan dientes.
Ambos tenían las mascarillas con la boca descubierta. A los dos minutos su esposo se fue del lugar. Rosalinda se le acercó la cara de loco y sin saludar le preguntó sí conocía, quien era el hombre que hablaba con ella y la chica dijo que no sabía su nombre.
A seguida la cara de loco le explicó que ese pobre maniático que para verle la teta de cerca, le compra lotería de NY y Florida, también añadió, que usa blusa sin brasiele para que ese pobre diablo le deja buena propina.
Hoy Rosalinda se levantó de mal humor. Francisco no le dejó dormir la noche entera con una tos muy fuerte.
Rosalinda que amaneció en modo pleito, sacó los pantalones del marido del hamper, revisó cada bolsillo y encontró más de 50 ticket de lotería de Florida y New York.
La tos débil que salía de la habitación de su marido le dio una idea.
Se puso por primera vez una mascarilla 3m con filtros, se dirigió a la habitación con los tickets de lotería y le preguntó en tono molesta -¿Espero que te haya sacado con tanta lotería que ha jugado?.
El hombre la miró con ojitos triste y le dijo – Perdí mi tiempo y nuestro dinero jugando ese robo.
Rosalinda le tocó la frente y al sentirlo tan caliente le dijo –¡Coño no te sacaste dinero, pero saliste premiado con el coronavirus!
Asustada salió de la habitación y llamó por teléfono a su madre para contarle la nueva noticia.
-Mami que raro que tú no has venido hoy. La señora de 64 años le respondió a su hija menor que había amanecido con dolor de garganta, fiebre, dificultad para respirar y debilidad.
Rosalinda colgó el teléfono sin decir nada.
Había comprendido que el peligro del corona virus empezaba hoy y que debía prepararse para salvar su vida y las de sus hijos.
Su madre ya estaba paga y su esposo se lo buscó por estar coqueteando a una rifera huérfana de belleza e inocente de gracias.