Un clavo para ver después del toque de queda
Por Nelia Rodríguez
No cae mal, después del toque de queda quitarse el aburrimiento viendo la popular película de Netflix 365 DNI y si es una mujer soltera o divorciada pasa una velada de ensueño.
Sí la persona es amante de la película de calidad, con excelentes guiones saldría decepcionado, pero sí la persona desea ver algo erótico que le caliente la temperatura no sería mala idea en esta pandemia ver una versión que aspira a desplazar 50 sombras de Grey
Las candentes escenas de sexo que contiene y que al parecer han perturbados a mujeres hombre en todo el mundo ayudan liberal sustancias que pueden ser tóxicas permanecen secuestradas dentro de un aburrido y estresado cuerpo
Basada en la novela homónima de Blanka Lipinska (Pulawy, Polonia, 1985), la historia que cuenta ha levantado voces a favor y en contra, ya que el hecho de que un hombre secuestre a una mujer para obligarla a que se enamore de él molestó a sectores feministas.
En nuestra opinión la película es un clavo tan malo que nada puede ser tomado en serio para hacer protesta y es solo algo para entretener a las personas que se quedan en la casa después del toque de queda.
En particular aprecio la estética visual de la película que dedicada a resaltar la belleza de los paisajes italianos y los bien formados cuerpos de los protagonistas, Anna Maria Sieklucka (Lublin, Polonia, 1992) y Michelle Morrone (Melegnano, Italia, 1990.
La parte del sexo es sin duda atractiva para cierto público y por momento entendemos que la directora de la película, Barbara Bialowas debió llevar las escena eróticas, menos explicitas y mas romántica.
La obra parece más una parodia de 50 sombras de Grey, y no una película de secuestro de amor al estilo La Bella y la bestia