¿A quién beneficia la conspiración del PRM contra Manuel Jiménez?

Por Ramón Peralta

El 1 de octubre, las más altas instancias del poder político decidieron atar de pies y manos al político íntegro y complicado que obstaculizaba los grandes y sucios negocios. Su conducta ética dañaba los lucrativos negocios de un pequeño grupo que tradicionalmente se beneficiaba del desorden. Hoy, un hombre delgado y de baja estatura defendía los bienes de un municipio, cuya comunidad quizás nunca le agradecerá. Atado de pies y manos, lo golpearon despiadadamente, mientras le ponían una pistola en la cabeza para dispararle si gritaba.

En las elecciones internas de la Fuerza del Pueblo, no participaron las figuras de ese partido con posibilidades reales de ganar la alcaldía de Santo Domingo Este porque Manuel Jiménez le restaba demasiados votos al PLD y a la Fuerza del Pueblo. Además, competir contra un candidato con poder extrapartidario y que representaba al partido de gobierno era casi imposible.

Danilo Medina observó que desde el primer día en el PRM le habían hecho la vida imposible a Manuel Jiménez. Por lo tanto, despejó el camino para su mejor carta de presentación en Santo Domingo Este, que es Luis Alberto, y apartó a tiempo al Boli del partido, quien se fue con media docena de dirigentes.

En la Fuerza del Pueblo no anticiparon que el poder tan autodestructivo del viejo PRD dentro del PRM pudiera acabar con la más alta representación ética del municipio. Tal vez nunca se sabrá quiénes le causaron más daño a Manuel, si sus aliados internos o sus detractores internos.

En ese sentido, en la Fuerza del Pueblo compitieron dos jóvenes que querían volar sin siquiera saber gatear, un abogado sin estructura política y alguien que nunca debió ser candidato.

Hoy en día, el débil PLD, sin posibilidades de alcanzar la presidencia, tiene un candidato fuerte para la alcaldía de Santo Domingo Este. La Fuerza del Pueblo, que presenta como candidato presidencial al líder político más importante de los últimos cien años, luce desmoralizada en Santo Domingo Este debido a la elección de un candidato que, de permanecer en la boleta, afectará negativamente a nivel nacional a ese partido.

Las dos posibles alternativas para salir de ese atolladero que puede llevar a cabo la Fuerza del Pueblo, incluso de manera unilateral, son las siguientes:

  1. a) Que se forme una alianza para la alcaldía entre la Fuerza del Pueblo y el PLD. En el nivel de regidores, cada partido llevaría sus propios candidatos. Se propone esta opción ya que la boleta de regidores está separada de la de los candidatos a la alcaldía.
  2. b) Que la Fuerza del Pueblo presente como candidato a la alcaldía de Santo Domingo Este a su mejor carta de triunfo, que es Rafael Castillo. Él tiene la oportunidad de capitalizar el poder electoral de Leonel Fernández y atraer parte del caudal de votos que sigue a Manuel Jiménez.
  3. c) La tercera opción, que sería la ideal, no depende de la Fuerza del Pueblo; dependería de Manuel Jiménez, quien seguramente ganaría si se presenta por la boleta verde. Sin embargo, conociendo a Manuel, un hombre desprendido sin ambiciones particulares, creo que no se convertirá en la punta de lanza que saque a Luis Abinader de la presidencia.

En resumen, la conspiración de su propio partido contra Manuel Jiménez puede favorecer al PLD o a la Fuerza del Pueblo, o a ambos partidos, dependiendo de las acciones que realice el partido verde. Sin embargo, lo único seguro es que esa conspiración perjudicará grandemente al PRM, cuya vocación caníbal y autodestructiva lo puede sacar del poder.

Facebook Comments

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *