Soy del PLD y aplaudo con toda mi fuerza decisión del presidente Abinader
Por Ramón Peralta
El presidente Luis Abinader sorprendió esta semana con una decisión que me hizo recordar al PLD de los círculos de estudios y que seguía el ejemplo de Juan Bosch.
Me sorprendió agradablemente, porque hasta el día de hoy lo percibía como una persona arrogante, inhumana y rencorosa, aunque debo aclarar que aun tengo la percepción de que no hará un buen gobierno
El presidente Luis Abinader mostró en el 2016 una conducta arrogante, de poca honorabilidad al no reconocer el triunfo de su contrincante, sin embargo esta semana tomó una decisión humana donde reconoce la igualdad de todos los dominicanos.
Esa decisión me hace recordar el ridículo que hacen los ñames con titulo al agregarle en su cuenta de Facebook un vocativo a su nombre con el objetivo de esconder su baja autoestima y sin darse cuenta exhibir su rampante mediocridad.
Ese título que antecede al nombre de nacimiento es un reflejo del atraso latinoamericano que divide a los seres humanos en licenciados y señores.
El título universitario para ponerlo antecediendo el nombre no es sinónimo de éxito, esa palabra de cinco letras está asociada al logro de tu meta.
Pepe Mujica y Donalp Trump son exitosos, porque cada uno de ellos logró propósitos en su vida, aunque uno sea mega millonario y otro haya sido el presidente con menos recursos económicos de su época.
El presidente Luis Abinader ordenó que las misivas y comunicaciones que los ministros y viceministros, y cualquier otro funcionario, envíen al jefe de Estado debe evitar el título académico del presidente de la República, quien es licenciado en Economía.
Ojala todos los funcionarios eviten poner ingeniero, licenciado, doctor a sus comunicaciones y piensen en la no discriminación aquellos sin esos títulos.
Algunos dirán que después de tanto sacrificios en la universidad es justo darse el gusto de firmar con la palabra licenciado y respeto a todo el que quiera sentirse superior a sus demás compatriota.
Lo que me parece un atraso es que desde el estado se le rinda culto a la mediocridad antecediendo al nombre propio de la persona un estúpido titulo que no se sabe si fue ganado o comprado
Mi aspiración es que algún día, un presidente reconozca su rol empleado público, que el pueblo elige cada 4 años y que entienda la palabra excelentísimo como la manera más primitiva de chuparle la media a otro mortal de carne y hueso .