¡Cuidado sí algo malo le pasa al regidor Winston Báez ¡

Isaura Estévez

Yo soy una mujer tan supersticiosa que sí a Winston Báez  le da un dolor de barriga, le sube la presión,  se cae de sus pies  o  se le poncha un neumático del carro, voy a pensar que el accidente está relacionado a su oposición a la bomba de combustibles.

Winston Báez es un hombre extremadamente pacifico, que solo sabe hacer el bien a su comunidad, pero luego de la aprobación irracional de dos bombas de combustibles frente a un  residencial, no dudo  que cualquier cosa pueda pasar.

Yo soy madre y por eso exonero de culpa a las regidoras que levantaron la mano a favor de esa infracción, porque sé que ninguna mujer con hijos tiene ese instinto criminal de aprobar algo así. Yo estoy segura que esas madres fueron engañadas por algún concejal de esos que tiran la piedra y esconden la mano.

Respeto  a los regidores que  han gualdado silencio luego del voto favorable a esa bomba frente a un residencial donde habitan seres humanos  y le tengo consideración porque su silencio implica un deseo de  no cometer en un futuro otro error así en contra de sus munícipes.

Los que justifican públicamente ese voto maldito son peligrosos para el municipio y para todo aquel que atente contra sus intereses pecuniario.

A mis queridos regidores le aconsejo que cuiden sus nombres, que lo único que pude desacreditarlos son sus acciones. Recuerden que la sociedad lo vigila.