Por Ramón Peralta
Después de los resultados de marzo analizamos el cuadro electoral y nada se veía claro. No sabíamos sí el PLD obtendría dos diputados o uno.
Mandamos hacer mediciones y todas nos daban dos diputados, pero había un elemento intranquilizador llamado Daneris Santana.
La presencia de Daneris en la boleta de la FP causaba preocupación por su capacidad de conquistar algunos aguacates que se refugiaban debajo de gorras moradas.
Como ocoeño tiene la debilidad de que se deja gobernar de su pequeña hija (Dios la bendiga)
Daneris a pesar de irse del PLD goza de admiración y respeto de una gran parte de la militancia, por su postura vertical, honesta y de servicios comunitarios cuando fue regidor del PLD.
Daneris salió del partido con la frente en alto y sin ninguna cola que le pisen.
Como regidor en el Frente Amplio fue un ejemplo de honestidad y capacidad.
Con otros candidatos que le sumaran algunos votos podría quitarle al PLD un puesto en el congreso y eso causaba que los candidatos a diputados con mayores posibilidades del PLD libraran una dura batalla por el primer lugar.
Para fortuna de los aspirantes a diputados del PLD, el hombre volvió a convertirse en padre y la dedicación a los recién nacidos, le dejó el camino libre a los candidatos del partido morado para que le arrebataran el 80% de las estructuras de Vietnam, Katanga, Los Cartones, Los Mina Sur y San Antonio.
Cuando salió la ya era tarde y solo se conformó con ser el más votado de su partido.
No sabemos sí la Fuerza del Pueblo tiene conocimiento pleno del valor de ese gran político y ser humano, lo que sí sabemos es que dentro del PLD hay respeto y admiración hacia él.
Cualquier partido que tenga en su fila a Daneris es ganancia, porque él solo sabe sumar y hacerlo bien