Desafíos que debe superar el gobierno del PRM-Abinader
Por JUAN LÓPEZ
Para satisfacer las amplias expectativas que el PRM creó con sus propuestas del cambio para conquistar los votos que le permitió derrotar la fuerte maquinaria electoral del PLD, en los pasados comicios municipales, congresuales y presidenciales, el gobierno del PRM-Abinader está compelido a lidiar y superar serios desafíos. Veamos:
Los funcionarios y técnicos del Gabinete de Salud tienen la obligación política y moral de completar, con eficacia, transparencia y sin escándalos, el proceso de vacunación general para controlar la pandemia del coronavirus (COVID-19), a más tardar en el próximo mes de agosto.
Con dichos resultados se consolidará la normalidad económica y social y se crearían las imprescindibles condiciones para retornar a la educación presencial en los niveles preuniversitarios y universitarios en los sectores públicos y privados en todo el país.
El gobierno del PRM-Abinader tiene que superar los desacuerdos pendientes en el Pacto Eléctrico para ganar la confianza a fin de crear el clima apropiado para lidiar con el importante desafío para la firma del pacto para la reforma fiscal, que se prefiere lograr en este año para iniciar su implementación en el 2022.
Como secuela de la COVID-19, está en cierne una delicada situación económica con aumentos de los precios de varios artículos de la canasta básica familiar que podría convertirse en una peligrosa inflación; que junto al creciente desempleo y la pobreza repercutirán en mayor delincuencia e inseguridad ciudadana.
Para lidiar con esas complicadas situaciones, al gobierno del PRM-Abinader le urge implementar, sin demora, un verdadero Plan de Seguridad Nacional y agilizar la prometida reforma de la Policía Nacional.
Como se sabe, los intereses que mueven la geopolítica convierten en importantes desafíos para el gobierno del PRM-Abinader dos cuestiones internacionales con incidencias en la gobernabilidad RD:
- a) Los intereses económicos y políticos que, como a “las niñas de sus ojos” defiende el gobierno de los EE.UU. en América Latina, por lo cual se mantiene atento a los compromisos nacionales e internacionales del gobierno RD. y b) La crisis económica, social y política que padece la vecina república de Haití, con posible impacto en la RD, lo cual es un desafío que el gobierno del PRM-Abinader debe poner especial atención.
Simultáneamente con esos temas, “sin o con la proclamada independencia” de la justicia y, principalmente, a través de la Procuraduría General, el gobierno del PRM-Abinader está compelido a realizar acciones concretas contra la impunidad y la supuesta corrupción de pasados gobiernos, aprovechando los sentimientos anti-corrupción que todavía le favorecen.
Así evitaría enajenarse a la clase media urbana que está al pendiente de ver en los tribunales a ex funcionarios gubernamentales que, de vulnerarse el debido proceso, se interpretaría como persecución política contra la oposición, lo cual dificultará la firma del pacto por la reforma fiscal.
De no obtemperar a sus reclamos, el sector de clase media que contribuyó con el triunfo del PRM-Abinader, decepcionado le retiraría su apoyo, a partir de lo cual desataría una campaña en medios de comunicación, redes sociales, con toques de cacerolas, marchas y ocupación de la Plaza de la Bandera que, inequívocamente, debilitará la inorgánica base de sustentación popular que hasta ahora exhibe el gobierno.
Para preservar la gobernabilidad democrática y acumular más luces que sombras en sus ejecutorias, el gobierno del PRM-Abinader tiene que superar las improvisaciones, el populismo, los escándalos e incoherencias que están proyectando varios de sus funcionarios.
También debe lidiar contra la indisciplina y ruidos que, por herencia del PRD, caracterizan a la dirigencia y militancia del PRM. Esto se verifica en el desplante con ausencias de más del 40 % de los miembros de la Comisión Política del PRM en la reunión convocada con el presidente Abinader para conocer temas de la agenda gubernamental, el pasado domingo 11.
El posible éxito del gobierno dependerá de la disciplina, sagacidad gerencial y voluntad política para lidiar y superar esos y otros complicados desafíos, siempre dentro de los parámetros de la democracia, actuando con transparencia e institucionalidad, en los 39 meses que restan al gobierno del PRM-Abinader. ¡Ojalá así sea!
11 de abril del 2021.