Día del Padre

Por Ramón Peralta

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Esa mañana don Marcos se despertó sudado con el corazón latiéndole a mil. Asustado miro hacia la parte derecha de la cama y sintió un alivio al ver a su esposa durmiendo plácidamente ya que por quinta vez en una semana soñaba que su mujer se había marchado con otro hombre.

 

Intentó prepararse desayuno, pero no tenia deseo de comer nada, se bañó, se puso la ropa y sin esperar que Santita se levantara se fue al trabajo.

Cuando llego a la oficina tenía que hacer vario informes, pero ese sueño que parecía tan real lo perseguía de tal manera que no le permitía concentrase en el informe anual que debía hacer como vicepresidente de una pequeña compañía de cable.la cabeza le dolía, sentía la sensación de tener un madero encendido en el estómago.

 

Tomó el teléfono para llamar a su esposa con el fin de tranquilarse, escuchando su voz, sin embargo impulsivamente soltó el auricular y sin decir nada salió con destino a su casa, pero en el camino vio que todos los semáforos estaban en rojos y los conductores andaban muy lentos, hasta que por fin vio una luz verde, pero no pudo cruzar porque había un policía de autoridad metropolitana parando el tránsito a lo que iban en la misma ruta que el señor Marcos, aumentando más su desesperación por llegar a la casa.

 

Después 25 largos segundos   comenzó a tocar la bocina sin cesar, pero el policía de Amet se olvidó de ellos y 12 minutos después cambio para darle preferencia a otro grupo de vehículos que estaban perpendicular al hombre que necesitaba regresar su casa, la sangre se le subió a la cabeza y para calmar su rabia respiro hondo contó hasta 10 y decidió llamar a su compañera desde el celular y matar el tiempo hasta que el policía de tránsito le diera paso, sin embargo recordó que por la prisa dejo el móvil en su escritorio.

 

Por fin el policía de tránsito cambio de posición, pero esta vez le comenzó a dar paso al mismo grupo que le estaba dando la preferencia cuando Marcos llegó a la intercesión elevándole más su ira , sino fuera por una mujer que estaba  delante de él en una yipeta, ya hubiera cruzado aunque no le dieran paso.

 

Ocho minutos después cruzó la vía y en siguiente semáforo aceleró para que no lo cogieran en rojo logrando cruzar en amarillo, un policía lo paro alegando que se había comido una luz roja, él por la prisa acepto su culpa y saco su licencia para que le tomaran los datos y pagar su violación, pero el policía no estaba en poner multa necesitaba completar el dinero para pagar la casa y trato de darle una charla para que el señor Martínez le ofreciera un regalito en efectivo, pero la ira del conductor no le permitía ver las intenciones del oficial de tránsito que en su desesperación arranco el carro dejándole los documentos en la manos al policía que no se molestó en llamar por la radio.

 

Cuando Marcos Martínez llego a su casa pudo ver a su mujer barriendo el patio delantero con una falda corta, mientras un hombre delgado de mediana estatura y un bastón similar al de un viejo casanova funcionario del gobierno que no paga la luz observaba fijamente desde la otra acera ocultando sus ojos debajo de una gafa oscura para no delatarse que miraba con deseo las piernas de esa mujer.

 

Lo primero que le llego en la mente a don Marco fue que se trataba de un maniático sexual de eso que se dedican a expiar mujeres ajenas, o tal vez un drogadicto irrespetuoso, en fracciones de segundo su mente descartó esas opciones y como hombre de experiencia pudo percibir que su mujer lo había engañado esa mañana con ese individuo y que ella le estaba mostrando al sujeto el bello cuerpo que él había tocado esa mañana.

 

Desde que su mujer entro a la casa, él sin mediar palabras se abalanzo al individuo propinándole una trompada en pleno rostro que lo mando al piso y siguió golpeándolo con furia mientras el tipo preguntaba con voz angustiada – ¿ por qué me golpea? Pero el señor Marcos sin decir palabras golpeaba sin piedad al varón que parecía no tener deseo de defenderse y mientras el hombres más preguntaba el porqué de la agresión más se enfurecía don Marcos y con más rabia lo golpeaba hasta que vio una patrulla de la policía que venía lentamente a uno doscientos metros de distancia y entonces metió en baúl del carro al hombre semi inconsciente para que la policía no viera, pero de toda forma no se iban a dar cuenta porque ellos estaban pendiente de ir donde el señor Luis Flores dueño de un colmadon que vivía tres casa más adelante para que le den los chelitos del almuerzo.

 

Asustado encendió el vehículo y se dirigió a un sitio llamado el cachón de la rubia donde le quito la vida al hombre que miraba a su esposa mientras estaba barriendo el frente de la casa.

Don Marcos durmió tranquilamente porque había aniquilado al hombre que le quería robar su compañera, además sabía que en el código penal de su país para acusar a una persona de asesinato había que encontrarla matando a la persona, que se hiciera un selfies con el cadáver , confesara y que la familia estuvieran dispuesta a invertir tiempo y dinero sosteniendo una acusación, lo cual que terminaría venciendo por cansancio a los familiares de la víctima, pero aun en el supuesto caso que lo hubieran visto decenas de testigos solo tenían que presentarse mensualmente, porque tener dinero es el único requisito para esperar el juicio que nunca llegaría fuera de la cárcel y eso lo sabe en el país cualquier menor que haya cursado en octavo grado.

 

Al tercer día de su hazaña salió temprano de la casa era el último domingo de Julio, el día que las mujeres compran a su marido un par de medias como regalo de padre con el mismo dinero que su pareja le da y ella a su vez se compran con ese capital un perfume y un vestido para causarle envidia a su mejor amiga o a la vecina, los únicos afortunados ese día son los ex suegros de muchachas que han sido dejada por su ex novio que en esa fecha extorsionan a sus padres para que le de dinero y así ellas comprarle un buen regalo al papá de ese chico que ya ni se acuerda de ella, mientras que al suyo no le compran ni una menta .

Al llegar a la esquina vio cartelones con la foto del hombre que miraba la pierna de su mujer, a quien lo daban por desaparecido, entonces por primera vez sintió un poco de remordimiento.Mientras el día avanzaba su arrepentimiento aumentaba y se preguntaba si valía la pena matar a un hombre por el simple hecho de observar a su mujer.

 

A las 11 de la noche salió a la calle a respirar un poco de aire porque los remordimientos no lo dejaban dormir y vio a un niño de uno 9 años que lloraba sin cesar mientras colocaba más afiche con la foto del difunto y le pregunto -¿niño que hace en la calle a esta hora? el niño respondió -poniendo esta foto para que lo encuentren.  Marcos le murmuro – pero es muy tarde ¿por qué lloras? – él es mi papa y lo extraño tanto, deseo verlo

 

Marcos calló tratando de buscar palabras que pudieran dar aliento al niño que lloraba desconsoladamente la desaparición de su padre, ¿cómo decirle a ese niño que el padre que tanto amas ya está muerto?, ¿cómo informarle que por una bestialidad de un hombre sin conciencia nunca más podía abrazar a su padre? Entonces decidió inventar una mentira piadosa para darle un poco de esperanza al niño, porque no quería que precisamente el día del padre supiera que es huérfano.

 

No te preocupe y vete a dormir que los adultos hacen cosas que ni sus familiares más cercanos entienden, a veces se van de la casa duran días y hasta meses sin volver, pero llega el momento en que ellos regresan solo por el mismo camino que se fueron.

– ¿Y como mi papá puede llegar solo, sí es ciego?

 

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