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El candidato a Diputado

Por Ramon Peralta

Juan Pérez se levantó con la idea de   hablar con el joven Charlie, para pedirle que lo apoye en sus aspiraciones a Diputado, después de todo Charlie y él pertenecían al mismo equipo.

Pérez, luego de darse un baño  con una ducha fría, se puso a explorar las redes sociales y para su sorpresa encontró  una foto en el perfil de su amigo que decía:   “Charlie Diputado”.

En su teléfono había más de 30 llamadas perdidas y mensajes de  whatsapp de distintas personas, dándole la mala noticia de que Charlie estaba aspirando.

Todo el que llamó ese día lo hizo con las intenciones de envenenarle la mente a Juan Pérez, en contra de Charlie, y la mayoría de los consejeros le dijeron que debía reclamarle su traición al joven aspirante.

Después del mediodía, Juan Pérez se acordó de María, una dirigente trabajadora a quien él le había hecho un gran favor, su anillo le dijo que no llamara a esa ingrata, porque está apoyando la reelección del Diputado Fermín.

Juan no le hizo caso a su anillo y llamó al joven  Charlie para felicitarlo por su valentía de aspirar y se puso a la orden para regalarle 500 gorras que dijeran “Charlie Diputado”.

Visitó esa noche a María y le dijo:   “Sin importar que tú apoyes para Diputado a mi competidor,  puedes seguir contando conmigo y no dudes en llamarme”.´

Meses después, Charlie retiraba su candidatura para apoyar a Juan Pérez y María, que terminó retirándole el apoyo al Diputado Fermín, pero para que Juan tuviera constancia de su lealtad, trabajó en esa campaña como nunca lo había hecho en su vida.

El 16 de agosto, Juan Pérez notó que el pantalón de su traje blanco estaba tan estrecho que no le entraba en las piernas, las mangas de la chaqueta muy cortas.  Ahora su problema no era ganar como Diputado, sino cómo se juramentaría en su primer día, al no tener el traje blanco de la juramentación.

La esposa de Juan, al verlo preocupado, le dijo:   “No te preocupes si no puedes ir a la asamblea, como quiera tu desde hoy eres Diputado, lo más difícil ya lo hiciste, que fue ganar contra todos los pronósticos y lograr apoyo de quienes menos tu pensabas”.

Juan sonrió, se puso una bermuda y en lugar de ver el acto en el Congreso, se sentó a ver un clavo de Netflix.

 

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