Repletos de la esperanza milagrosa del pueblo dominicano en la madre protectora de sus penurias y miedos que por sí solos no podemos sortear, y entonces es cuando evocamos la clemencia misericordiosa de nuestra Virgencita de la Altagracia.
A ella mísma es a la que rogamos para que al igual que al designado y próximo nuevo ministro de salud pública Dr, Plutarco Arias, sea ella confirmada desde nuestra creencias religiosa en la misma posición protectoral de la República Dominicana.
Solo así podremos continuar librando esta batalla silente que aveces presenta matices de injusticia social, Puesto que con más de siete meses de haberse conocido la información de la existencia de esta desgracia epidemiológica son pocos los resultados y muchas las consecuencias que tenemos, actualmente y producto de que nuestras autoridades permitieron y por ende se hicieron cómplices confesos que un nefastos proceso electoral que rompía con todos los protocolos de seguridad sanitaria y en contra de preservar la salud de un pueblo que en su gran mayoría da muestras convincente de que no le interesa cambiar su condición de tontos útiles de cerebros estomacal.
Pero no se ha dado cuenta que a siete meses después las autoridades aún NO definen un protocolo farmacológico de consumo masivo para que las grandes mayorías puedan enfrentar de manera más digna y siendo menos traumática esta crisis, que para muchos está ( bien o mal manejada ) dependiendo de quien la esté explicando.
Lo más inexplicable es que las autoridades tienen opciones farmacológicas para dar respuestas que impacten la realidad y valla en auxilio de los que no tienen la suerte para ser atendidos en Corazones Unidos, en Cedimat o en El Homs.
Volvemos y evocamos la protección de la Virgen del naranjo ( Virgencita de La Altagracia) para dos razones fundamentales.
A ) Para que ilumine al nuevo ministro a despojarse de las tentaciones que afecta la debilidad humanas que trae con sigo la posición, y tomar la decisión de elaborar nuestro sugerido protocolo farmacológico social.
B ) Para que continúe protegiendo a este pobre país con el que están jugando a la inmunidad de rebaño evocando protección en la Fe de las artesanales tisanas de nuestras abuelas y que gracias a ellas continuamos respirando entre los que están medianamente vivos, como si estuviéramos jugando al morir más rico y al más desprotegido, o simplemente al sálvese quien pueda y cómo pueda.
#DVERAS…