Jueves: el dia que no quise ver a Jose Luis
Por Ramón Peralta
La mañana de este jueves, el sol de Santo Domingo Este iluminaba el sendero de la vida, pero un mensaje llegó a mi alma como una triste melodía. Fue nuestro querido amigo Rafael Castillo quien envió un mensaje cargado de bendiciones, pero que a la vez trajo una dolora noticia: el fallecimiento de la madre de nuestro hermano y amigo, el aspirante a Regidor José Luis Núñez.
El impacto fue tan fuerte que me dejó congelado, como si el tiempo se hubiera detenido. Recordé el día en que perdí a mi propia madre, aquel dolor que deja un vacío que nada puede llenar. Me puse en el lugar de José Luis, ese líder comunitario que esa mañana perdía a su madre.
Castillo me compartió su número telefónico para brindar mi solidaridad en un momento tan difícil, pero el dolor era tan profundo que ni siquiera pude responder. No tenía el valor de llamar a José Luis, mucho menos asistir a la funeraria para ver a ese orador con una voz de tribuno romano, rendido ante el féretro de su madre.
No podía ver a un gladiador espartano de la arena política, vencido por el dolor de perder a un ser tan querido y amado como una madre. A José Luis lo imagino triunfante, pronunciando discursos optimistas y esperanzadores, como un líder de la extirpe de Darío el rey de Persia.
Quien escribe siente que no es digno de ver a un general perdiendo la batalla más importante que un hijo puede perder, la pérdida de su madre. Que Dios le dé fuerzas a José Luis para seguir adelante, y que su madre descanse en paz en el cielo, junto a los ángeles que velan por su alma.