La reencarnación del Gabo
Por Ramón Peralta
Robert Vargas escribe las noticias con una originalidad tan profunda que nos hace pensar que en el momento que aprendió la regla de narrar hechos, ese mismo día la rompió para perfeccionarla con un estilo que solo un genio como él puede hacerlo.
Robert es tan acucioso en los detalles, que en una actividad con 50 periodistas logra ver los que otros ni siquiera se imaginan que sucedió.
Decir que CiudadOriental es el medio más importante de la provincia de Santo Domingo es minimizarlo, porque ese gigante está por encima de las comparaciones.
Los artículos de Robert despiertan pasiones tan intensas como el odio y el amor.
Escribe con un realismo mágico que se balancea entre la línea de la ficción y la realidad, pero al mismo tiempo su contenido es imposible de desmentir.
Cuando leo un artículo firmado por el director de Ciudadoriental, mi mente cruza el Mar Caribe, rompe la barrera del tiempo y se encuentra en un café de Bogotá leyendo en el Espectador una crónica del inmenso Gabo.
A veces pienso que Robert Vargas es la reencarnación del periodista Gabriel García Márquez