Por Josefina Fernández
En mis 3 décadas y media de vida, he preguntado a mis amigas ¿qué buscan de un hombre más allá del físico y de ser detallista?, ¿qué cosas que no cuestan dinero ni condiciones de raza, color o atractivo físico quieren de un hombre?
En todos estos años me he dado cuenta qué deseamos de un hombre, independientemente de nuestro gusto y estatus social.
El hombre respetuoso de las creencias de la mujer y que trata bien a los colaboradores que jerárquicamente están por debajo de él, es candidato a ganarse el corazón de una mujer, desde la manera en que trata a la doña que sirve el café o al portero, es una señal de que en el hogar será respetuoso. En cambio, quien solo trata bien a los superiores, es un candidato a ser dentro del hogar un abusador y terminara no respetando la cultura familiar de su esposa. En tu primera cita observa cómo trata al camarero y las personas que le dan un servicio.
Ese novio que en los días especiales de cambios hormonales te comprende, te da cariño y te expresa su lado humano, que frente a ti muestra sus emociones y comparte abiertamente contigo la experiencia de su día laboral, que escucha tus temores y se solidariza contigo, puede ser la pareja a largo plazo que toda mujer desea tener, ya que es un amante amigo que siempre estará en la buena y en las malas contigo.
Un hombre que me haga reír y olvidar los problemas del día, es una persona que ayuda a extender mis años de vida, que por observación pueda adivinar, sin yo decírselo, cuáles son las cosas que me causan gracia; la mujer necesita diversión para liberar tensiones acumuladas.
A mí y a todas las mujeres, les encantan los hombres seguros de sí mismos, aquellos que saben lo que quieren, ya que son maduros, con alta autoestima, sin ser egocéntricos; el hombre con alta autoestima es seguro de sí mismo, no presume de su estatus social ni de los lugares caros que ha visitado, no trata de ser el centro de atención, deja a la mujer brillar con luz propia.
Amo el hombre que permita expresarse a la mujer sin barreras, que la trate con la misma igualdad que a un colega destacado, un hombre que le dé importancia a las palabras y opiniones de su pareja, que en la jefatura del hogar no la relegue a la parte de atrás, que ambos tengan el mismo poder.
Ese hombre que en invierno te acurruque en la cama, que te pueda desahogar con él cuando un policía de Amet te puso una multa y que él te dé la razón aunque tu haya chocado por detrás un vehículo estacionado correctamente, ese hombre que apoya tus sueños y anhelo es la pareja que necesita para pasar el resto de tu vida..
Ese hombre que no te hace la vida imposible con los celos, el que sabe sin preguntar que tu llegada dos horas más tarde del trabajo es por asuntos laborales, que no usa excusa para llamarte cuando te está divirtiendo con tus amistades, es un hombre que estabiliza el hogar y que al mismo tiempo pueda dejar el celular sin clave y respetarte que tu tenga una contraseña de 24 dígitos, es el hombre que hace feliz a una mujer.
Cuando el hombre me deja ser yo o que no intenta cambiarme y que me quiere por lo que soy, es un punto a su favor, que no me critica ni me juzga por lo que soy y si me salen chichos, en lugar de criticar, me paga un gimnasio y se mira primero la panza que le está creciendo antes de mostrar mis defectos, puede hacer que yo haga ejercicios.
La idea es que me ayude a quitarme las cosas que me perjudican, no por su ego, sino para que yo me sienta mejor como mujer. Que si me quiero poner nalgas, sea porque a mí me dé la gana y sea una decisión mía.
Me gusta que el hombre desee saber de mí, que sea curioso por saber de mis necesidades, no que me interrogue para usar esas informaciones como un arma en mi contra. Que se interese en saber de mis gustos, mis creencias, pero sin cuestionarlas ni juzgarlas, que quiera saber de mí para darme lo mejor de sí, de acuerdo a mis gustos. Si la curiosidad se convierte en un interrogatorio policiaco, es mejor alejarse.
Toda mujer quiere un hombre que la haga sentirse segura y, sobre todo, que tome en cuenta que las mujeres especiales cumplen años el 9 de octubre y que ese día deben demostrar que lo recuerdan con hecho y no con palabras.