Los que destruyeron la carrera política de Alfredo Martínez
Este fin de semana un portal digital pro Domingo Batista anuncia de manera maliciosa que la ex secretaria técnica del Ayuntamiento de Santo Domingo Este y el ingeniero Rafael Montero pasan al PRM.
Todos los empleados y ex empleados de ese ayuntamiento saben que esas dos personas siempre han sido de ese partido.
El ingeniero Montero es un eficiente técnico Ambiental del PRM, que Juancito encontró en medio ambiente y lo dejó en el mismo por su capacidad.
En el 2016 el Cañero se juramentó en el ayuntamiento de su partido con buenas intenciones de hacer una gran gestión e inmediatamente un alto funcionario de ese ayuntamiento ligado a la UASD le destruyó el sueño de ser un gran alcalde al recomendarle a su protegida como Secretario Técnico del ASDE y Martinez, que estaba desorientado cayó en el gancho
La prepotente chica era la persona más odiada por parte de los empleados a pesar de que ocupaba un carguito en el área de reclutamiento.
Durante los diez años de Juancito, la protegida de la materia gris era beneficiada en los cursos que gestionaba la Secretaría General.
Su condición de anti peledeista, su prepotencia y su problema de personalidad la hicieron famosa y temida entre los empleados, porque tenía una cercanía con la terrible China.
Cuando el Cañero nombró como Secretario Técnico a la protegida de la materia gris todos los directores pensaron que era una broma del alcalde o que no tenía una puta idea del cargo que él estaba poniendo en mano de una joven llena de complejos y simpatizante de otro partido
Los regidores del equipo Juancito Vive se frotaron las manos con ese nombramiento, porque la ingenuidad del cañero le daría paso a otro alcalde del PLD y los de la oposición celebraron con champaña que en menos 4 años el ASDE caería en mano del PRM.
Los concejales del Cañero siguieron la orden de su jefe y todos votaron por ese nombramiento que desequilibraría la coordinación entre las direcciones.
Domingo Batista logró hacerle creer que su periodista en realidad era leal al cañero y el ingenuo alcalde puso su imagen en mano del primer alcalde del municipio, al nombrar como director de prensa a un cuadro de aquel alcalde, cuyo apellido fue cambiado por el mote de BASURA.
Con una secretaria técnica perremeista, que el alcalde le había otorgado súper poderes para usurpar funciones del secretario general, su imagen en mano de un director de prensa de la oposición era previsible que le estuvieran entregando el ayuntamiento a Manuel Jiménez.
La destrucción del funcionamiento armónico de las direcciones del ASDE por parte de la secretaria técnica y la erosión de la imagen del Alcalde por parte del director de comunicaciones fueron la suma de una tormenta perfecta que arrasó con la carrera política de un hombre bueno y solidario como Alfredo Martínez