¿Podrán Danilo Medina y Abel Martínez rescatar al PLD?
Luego del holocausto electrónico del 7 de marzo, surgió dentro del PLD una figura alternativa que ha servido torniquete para evitar una hemorragia de dirigentes morados hacia otra organización política.
El actual presidente del PLD se vio en la necesidad de hacer grande sacrificios éticos, para justificar una renovación que reelegía a todos los miembros del CC y que tiraba por la borda el sacrificio de dirigentes con trabajo acumulado de 20 y 30 años, los cuales estaban en la fila para ascender al CC.
El 7 de marzo, los miembros del CC que durante años trabajaron con lealtad, llegaron a San Souci con la creencia de que el trabajo político se acumulaba y ex diputados como el caso Lethi Vásquez y el cañero, fueron desechados por la magia de la tecnología, como si fueran papeles de baños usados, mientras el CP se renovaba con ancianos seniles.
Para justificarle a la sociedad que se habían renovado completaron 12 allegados a la cúpula que aplaudirían como foca cualquier planteamiento del dueño del partido.
Un partido que rompió la exactitud matemática al elegir por primera en su historia a su Comité Político en la primera ronda, le hace pensar a cualquiera, que al menos 30 de los reelegidos salieron a la batalla con un colchón de 370 votos, tal sospecha es para provocar renuncias en masa, sin embargo los daños colaterales han sido mínimos.
Los deterioros del partido no han sido mayores, porque los heridos que podrían recoger la Fuerza del Pueblo, han recibido los primeros auxilios de Abel Martínez.
Hoy esos ex activistas nacionales, presidentes de CI y presidentes de CB con más de dos décadas en el partido se quedaron sin posibilidad de ascenso y convertidos en obreros políticos de por vida.
Los los ex alcaldes y ex diputados que se quedaron fuera del CP, son desechos políticos que fueron jubilados antes de tiempo y no tienen para donde coger.
La única manera que tienen esos rechazados de sobrevivir políticamente, es expresando su disgusto a través de Abel Martínez.
Sí el PLD desea ser opción de poder en el 2024, Danilo y Abel, como cabezas del PLD, deben sentarse y acordar que el candidato presidencial del PLD sea electo por boletas físicas