Por Ramón Peralta
Recientemente vi en las redes sociales un video de 89 segundos que aparentemente buscaba promover la imagen del alcalde de Santo Domingo Este, Dió Astacio, donde lo veíamos sosteniendo un radio en la mano y metiéndose con una bota de goma en una zona inundada, como si estuviera posando para un anuncio de campaña electoral o una película dramática de ficción. Pero, a pesar de la gran exposición del protagonista del video, su imagen fue eclipsada por la de una dama que barría en ese mismo lugar.
A pesar de aparecer solo durante 9 segundos, ella captó la atención de todos los que vimos el video, superando incluso al propio alcalde, quien, en esa aparición, se veía tan falso como un actor de las películas de Robertico. Mientras él hacía su propaganda, ella barría la calle, y sus comentarios reflejaban una preocupación genuina por las condiciones del sector, así como una sinceridad que contrastaba con la percepción de simulación que emanaba del rostro del alcalde.
El impacto emocional de la dama que barría la calle provocó en nosotros una curiosidad inusual. Al conocer su nombre, encontramos en las redes sociales videos de ella predicando con una sabiduría encantadora, como aquel en el que relata el testimonio del perrito atropellado y habla sobre el diluvio.
En su Facebook, la vi en una foto con un vestido rojo, posando como si fuera candidata al Congreso por el Partido Republicano en los Estados Unidos. Esa foto, con su rojo vibrante, reflejaba en ella el amor, la valentía, la fuerza, la energía, la vitalidad, la prosperidad, la felicidad, la nobleza y, al parecer, la seguridad que tal vez le falta a su esposo, quien aparenta tener conflictos de personalidad.
El triunfo en las elecciones estadounidenses de Trump, con el apoyo del voto cristiano, a pesar de ser un hombre con más de 30 acusaciones penales, demuestra que el cristianismo como discurso político es una estrategia que ayuda a consolidar una base leal de votantes unificados. Esa mujer que en solo 9 segundos acaparó la atención podría llegar donde se lo proponga tan solo promocionando su discurso cristiano y de unificación de la familia. Ella posiblemente será en el 2028 una candidata difícil de vencer en cualquier cargo que ella aspire.
Por el impacto que causó en el video del alcalde, me parece que Evelyn García tiene más liderazgo y credibilidad que el propio alcalde de Santo Domingo Este. Mientras la cara de él da la percepción de un ángel caído que busca hacerse pasar por el arcángel Gabriel, ella, en cambio, parece una mujer positiva y segura de conquistar el electorado de Santo Domingo Este, ya sea como congresista o como candidata a un puesto que aún no hemos podido descifrar.
Mientras nosotros preguntamos ¿Quién es la pastora Evelyn García?, los feligreses que asisten a su iglesia la ven como la pastora que puede guiarlos con sus consejos hacia el paraíso celestial, y como la líder que puede ofrecerles, en la tierra, una mejor calidad de vida.
El autor es analista político