Por Isaura Estévez
Luego de aquel fatídico 17 de febrero en que el hoy presidente de la República Luis Abinader le ordenara al irresponsable que dirigía la Junta Central Electoral que abortara las elecciones, los popis del PRM se congregaron en la Plaza de la Bandera para protestar en contra del PLD.
Ese minúsculo grupo de personas se multiplicó cuando un conspirador le echó leña al fuego con una bomba lacrimógena.
Los perremeistas se animaron tanto que iniciaron la primavera dominicana y se notaba en la protesta una intención de velada de darle un golpe de estado al presidente Danilo Medina, sin embargo la estabilidad económica salvó al gobierno de ser derrocado.
El golpe de estado no se materializó, pero el PLD sufrió un golpe político en las urnas que cambio el mapa electoral
La sangre de Alfredo Pichardo estuvo involucrada en esa injusta trama contra la democracia a través de una de sus hijas, quien se unió a la sublevación en contra del gobierno que su padre representaba como regidor ante el Ayuntamiento de Santo Domingo Este