El candidato revierte bellaquería interna que le hicieron en SDE

Por Isaura Estevez

La lucha  entre el presidente del colmado y el candidato de ese partido por el control de esa organización política tocó fondo en Santo Domingo Este cuando el grupo del presidente del partido aplicó su mayoría en el Comité Central para imponer en la  presidencia y la vicepresidencia municipal a dos generales  sin tropa del equipo que fue repudiado por el voto popular en la interna de ese partido para la elección del candidato presidencial.

La idea de imponer para la presidencia del municipio a un dirigente político sin sangre ni  carácter para presidir  ese partido en el municipio más grande del país  por encima de un ex alcalde que convirtió a tres dirigentes en diputados y que acababa de ganar la interna presidencial fue un boicot maquiavélico en contra del candidato.

Otra atrocidad cometida por ese equipo fue nombrar como vicepresidente municipal por encima del estratega más exitoso de la circunscripción a un ex funcionario que ni en su intermedio gana una elección.

La idea del dueño de la bodega es que ese candidato presidencial realice un papel tan  ridículo  que le impida ser determinante en la segunda para decidir cuál es el próximo presidente si el actual o el líder del partido verde

Sí el candidato presidencial saca más de un 15% de los votos se quedaría con el liderazgo de la organización, ya que los dos grupos que se diputarían la segunda vuelta intentarían negociar con quien sacó los votos y no con quien figura como presidente de la organización política.

Si el candidato de ese partido saca un  5 o 7  ciento no hay duda que el antiguo grupo de palacio se quedaría controlando e ventorrillo, sin embargo el candidato presidencial esta dispuesto a pelear por el control político de la organización y de un plumazo dejó sin efecto el primer intento de boicot a su candidatura presidencial al nombrar a los dos experimentado dirigentes, uno  como coordinador de campaña y otro como director operativo, dejando sin funciones a los dos generales sin tropas que de manera aviesa habían sido impuestos para torpedear   al candidato presidencial  de su propio partido.